Carla Planes Llinares

Categoría: Empresa

Hola buenas tardes,

Mi nombre es Carla, me han pasado el enlace mis amigos porque creen que debería merecerme el premio de talento joven. Yo les he dicho que no tengo un talento especial, pero que les haría caso y que os contaría mi historia, que al menos creo que es entretenida y diferente. Allá voy.

Soy Ingeniera Biomédica aunque no por vocación, ya que en tercer curso de carrera me di cuenta que no me gustaba lo que estaba estudiando, pero como no me quedaba mucho, y tampoco quería darle un disgusto a mi padre, terminé la carrera y me gradué. Bien, mientras estaba estudiando la carrera, en ese mismo tercer curso, con 21 años creo que se tienen por esa época, decidí emprender con un negocio online de joyería y relojes. ¿Os imagináis qué pasó no? Correcto, fue un completo desastre. Estaba de mujer orquesta, haciendo de todo, y a la vez de nada. Cometí muchos errores, y así fue como a base de golpes aprendí sobre como NO debía gestionar un negocio.

De esa etapa, me enamoró especialmente toda la parte de marketing digital. Me faltaba contrastar conocimientos, por lo que decidí estudiar un máster de Marketing Digital y Ventas. Durante el máster vi que podía destacar mucho, ya que contaba con toda la experiencia de haber emprendido anteriormente, y además con toda la parte analítica que tengo por ser ingeniería, así que decidí montármelo por mi cuenta. Al final me gusta hacer las cosas a mi manera y me gusta ser dueña de mi tiempo.

Esta vez lo hice de forma muy diferente a la anterior, fui paso a paso. Con 24 años me di de alta de autónoma, y fui gestionando unos pocos proyectos. Me iba tan bien, que de verdad os juro que no me lo creía. A mis 26 años pude dar el salto y constituir mi propia agencia de marketing, SLUPU. Pasé de estar sola, a tener una estructura de negocio solvente, y empecé con mi primer empleado. Pero no fue fácil. No tengo padrinos, ni vengo de una familia acomodada, todo ha sido a base de insistir, resistir, persistir, y nunca desistir. Le he echado más horas que un reloj al proyecto, de hecho pasé años sin tener fines de semana libres, pero me era tan gratificante, que me compensaba, y así lo sigo sintiendo. Emprender es lo más bonito que me ha pasado, he crecido y sigo creciendo barbaridades como persona, pero también me ha llevado disgustos a pares. Ser mujer emprendedora desde mis 24 años en una sociedad en la que sabemos que la mayoría de empresarios son hombres, no es sencillo. Al principio no me tomaban enserio, pero con tenacidad todo se consigue. Mi ejemplo puede demostrar que cualquier mujer joven que se lo proponga, puede conseguir lo que quiera. De verdad que así lo pienso.

Ahora con 29 años tengo mi propia empresa, somos una pequeña familia de 7 personas, y cuento con una estructura de negocio rentable. No es una startup, no está financiada, tampoco hemos inventado nada nuevo, SLUPU es un negocio “normal”, que a día de hoy creo eso es de todo menos normal.

Espero que os guste mi historia.
Un saludo,

La votación ha finalizado ¡Gracias por tu interés!