María Ros Ramírez De Arellano
Categoría: Ciencia
Mi nombre es María Ros, tengo 24 años y soy Bióloga con un Máster en Neurociencias Básicas y Aplicadas. Actualmente formo parte del grupo de investigación Doreal del Departamento de Farmacia y Tecnología Farmacéutica y Parasitología de la Universidad de Valencia. En nuestro laboratorio estamos especialmente interesados en la relación entre la condición dolorosa y el consumo de sustancias de abuso. Concretamente, yo estoy empezando a desarrollar mi tesis doctoral, que se trata de un estudio sobre los aspectos neurológicos implicados en el dolor crónico, los estados afectivos negativos, el proceso de toma de decisiones, los patrones de consumo de alcohol y la conexión entre todos ellos.
Soy una persona muy curiosa, con pensamiento crítico y con una marcada debilidad por la divulgación científica. Siempre, aunque especialmente desde la pandemia, he considerado de gran importancia hacer la ciencia accesible y atractiva para todo el mundo, ya que el desconocimiento es un gran freno para el avance y, en muchos casos, una base de conocimiento científico puede aportar una nueva perspectiva sobre diferentes aspectos de la vida.
La investigación que llevamos a cabo está muy relacionada con el consumo de sustancias de abuso. Es un tema que me resulta apasionante, sin embargo, hoy en día, sigue habiendo mucho estigma a su alrededor. Considero que es un tema del que no se habla ni lo suficiente ni desde edades suficientemente tempranas, lo que resulta en una desinformación que puede desembocar en un consumo irresponsable y una perpetuación de los tabúes.
Por estos motivos, presento a esta convocatoria un proyecto de divulgación enfocado a estudiantes de Bachiller y/o ESO que tiene como objetivo principal aportar una perspectiva científica sobre diferentes tipos de drogas (alcohol, nicotina, opioides, psicoestimulantes…) que abarque desde modo de acción de dichas sustancias hasta sus efectos sobre el Sistema Nervioso Central y las consecuencias del consumo a corto y largo plazo.
Una base de conocimiento sobre sustancias de abuso puede ser un primer paso para alcanzar un consumo responsable, ya que, como dice Antón Gómez (Drogopedia) «La información es poder, pero también salud. Porque la ignorancia es lo más peligroso ante cualquier sustancia.»
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