Gonzalo Miguel Adsuar Meseguer

Imagínate una ciudad donde las personas mayores caminan con seguridad, son escuchadas, incluidas y valoradas. Una ciudad que entiende que su fortaleza no está solo en la juventud, sino también en la experiencia, la memoria compartida y el cuidado mutuo. Una ciudad donde la salud cerebral forma parte de la conversación diaria y la prevención de las demencias es un compromiso colectivo. Ese es el tipo de ciudad por el que estoy trabajando, y por eso presento mi candidatura en la categoría de Acción Social.
Como farmacéutico e investigador, actualmente cursando estudios de doctorado en la Catedra DeCo de la Universidad CEU Cardenal Herrera, dedico mi desarrollo académico a estudiar la relación entre el uso de antidepresivos y la aparición de demencias. Esta visión científica me ha llevado a comprender que la salud cerebral debe abordarse no solo desde la medicina, sino desde la comunidad, desde los entornos en los que convivimos a diario.
En esta línea, participo activamente en el Consejo de Salud Comunitaria del área de Rojales, que reúne a los municipios de Rojales, Formentera del Segura, Benijófar y San Fulgencio. Allí colaboro de forma voluntaria impulsando acciones de prevención, sensibilización y diseño comunitario de entornos más neuroprotectores, trabajando codo con codo con profesionales sanitarios, asociaciones y la ciudadanía para promover comunidades más saludables y comprometidas.
Fruto de este trabajo comunitario, el 7 de abril de 2025, Día Mundial de la Salud, organicé en Rojales una jornada participativa para promover el envejecimiento activo y saludable, junto a mi amigo y neurólogo Moisés Espinosa. Participaron cerca de 80 personas mayores, creando un espacio de reflexión sobre qué es la demencia, por qué su prevención es urgente y cómo los factores de riesgo modificables como el aislamiento social, el sedentarismo, la baja estimulación cognitiva o el tabaquismo, pueden abordarse desde la acción comunitaria.
Durante la jornada se identificaron activos en salud, entornos naturales, asociaciones, centros culturales… y surgieron propuestas vecinales como mejorar la accesibilidad en rutas a pie, reforzar el transporte público, fomentar actividades intergeneracionales, ampliar la formación en detección precoz en profesionales, combatir la soledad no deseada y promover una ciudadanía más participativa en la toma de decisiones municipales con la voluntad de avanzar hacia un municipio más neuroprotegido y más amigable para las personas mayores.
A partir de esta experiencia, ahora estoy coordinando una marcha comarcal por la salud cerebral para el Día Mundial del Alzheimer de 2026, en colaboración con asociaciones y ayuntamientos de la Vega Baja. Su objetivo es sensibilizar sobre la importancia de la salud cerebral y fortalecer la red comunitaria en torno a un reto que afecta a todos.
Además, he conseguido que el Ayuntamiento de Torrevieja destine 100.000 euros, mediante los presupuestos participativos, para avanzar hacia una ciudad más sensible a las demencias y más amigable con sus personas mayores.
Este impulso ciudadano permitirá poner en marcha la iniciativa Torrevieja, Ciudad Neuroprotegida, un proyecto integral que actúa en el espacio público, en la salud y en la red comunitaria para mejorar la calidad de vida de las personas mayores. Gracias a la movilización social que lideré, la ciudad comenzará a implementar rutas neuroprotectoras con entornos más accesibles y orientados, talleres de memoria y de actividad física adaptada, espacios intergeneracionales, huertos terapéuticos y acciones de prevención realizadas junto a farmacias comunitarias y demás profesionales sanitarios. Todo ello se coordinará mediante una red local que integre al Ayuntamiento, a los profesionales de la salud, a las asociaciones del municipio y a la universidad, consolidando una ciudad que cuida la memoria, la convivencia y el envejecimiento saludable.
Creo en la fuerza de una sociedad más humana. Aspiro a seguir impulsando proyectos que unan conocimiento, participación y sensibilidad social, porque solo así podremos avanzar hacia ciudades realmente neuroprotegidas y comprometidas con sus personas mayores.