Teresa Martínez Diago

Categoría: Cultura

Mi nombre es Teresa Martínez, tengo 23 años y soy violinista. Me presento en la categoría de Cultura a esta séptima edición de los premios Talento Joven de la Comunidad Valenciana.

Soy de Godella, un pueblo cerca de Valencia. Empecé a tocar el violín con cinco años, mi padre es músico y quiso que mi hermana mayor y yo recibiésemos una cultura musical. Recibí clases particulares de violín y fue él quién se encargó de enseñarme a cantar, solfeo, y un poco de piano. También me inscribió en la orquesta de cuerda del Casino musical de Godella, donde tuve la ocasión de conocer a niños y niñas de mi edad con los mismos intereses que yo; además pude tocar como solista dos veces. Compaginé mi aprendizaje de violín con los estudios escolares obligatorios hasta el final de la secundaria en centros públicos de Godella y Burjassot.

Después de la secundaria fui a París para estudiar con Éric Lacrouts (solista en la Ópera de París) y entré en el Conservatorio Regional de París para cursar un ciclo especializado de violín, equivalente en los conservatorios españoles entre el grado medio y el grado superior. Allí conocí a diferentes profesores de solfeo, música de cámara, etc. que me ayudaron a mejorar y a desarrollarme como músico. Al mismo tiempo cursé el bachillerato en el Liceo Español de París y pude obtener un doble diploma franco-español.

Posteriormente entré en el Conservatorio de París para estudiar con Florin Szigeti (miembro del cuarteto Enesco) y en la Universidad La Sorbonne para seguir con mis estudios de »licence» (grado en la universidad española) en violín y musicología respectivamente. Actualmente estudio en el Conservatorio Real de La Haya, realizando un curso de post graduado con la violinista Janet Krause (solista en la Residentie Orkest).

Lo que más me gusta de la música es la universalidad de su lenguaje y su poder de transmisión de sentimientos, emociones, sensibilidad… La música está en todas partes y forma parte de nuestra cultura y de nuestro día a día. Pero no hay que olvidar el trabajo que hay detrás, la presión, los nervios, la dedicación y la pasión de cada persona que se dedica a ella. Ser músico es una carrera de fondo para toda la vida, con dedicación plena y siempre con el espíritu de poder mejorar; es una búsqueda constante de la perfección, que es a su vez inexistente ya que hablamos de un universo completamente subjetivo.

Es por esto por lo que me presento a este premio, ya que una ayuda de estas características me podría ayudar a seguir formándome y poder llegar a ser la mejor versión de mi misma. El año que viene me gustaría empezar un máster en interpretación y orquesta en el Conservatorio Real de La Haya. Quiero poder seguir trabajando con mi conjunto de música de cámara »Le Bestiaire», que además de dar conciertos participamos en diferentes proyectos, tales como talleres de música en las escuelas, en residencias de mayores… En un futuro me gustaría poder volver a la Comunidad Valenciana y compartir con los futuros músicos mi experiencia y todo lo que he aprendido durante todo este tiempo.

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