Luz García Mora

Categoría: Cultura

Soy Luz García Mora, Soprano.

Mi vocación por la música comienza en el comedor de mi casa, con la cultura del cine. Por aquel entonces tenía 5 años y mis padres pusieron la película de “Los niños del coro”, recientemente estrenada. Para mí, esto fue un antes y un después, por lo que nada más acabar la película me puse en pie y les dije: “Yo quiero cantar”.

Así fue como comencé en la Escola Coral Veus Juntes de Quart de Poblet (Valencia) en la que, con el transcurso de los años, he ido cantando en cada uno de sus coros. Actualmente formo parte del Cor de Cambra Ad Libitum, con el que ganamos el XIX Gran Premio Nacional de Canto Coral y recientemente hemos sido nominados al Mejor disco de música clásica-contemporánea en los Premios Carles Santos de la Música Valenciana por “Essència”.

Como en la música no solo se necesita vocación, un par de años más tarde empecé a recibir clases de solfeo, clarinete y piano.

Cuando cumplí 15 años me propusieron estudiar canto de forma profesional, por lo que me presenté a las pruebas de acceso del Conservatorio Mestre Molins, donde el curso pasado me otorgaron el Premio Profesional de Grado Medio en la especialidad de Canto.

El año pasado, mi profesora y yo, decidimos prepararme, en pleno año de pandemia, las Pruebas de Acceso al Conservatorio Superior de Valencia Joaquín Rodrigo con un repertorio que abarcaba a compositores como Bach, Bellini, Donizetti o Schubert. Desde luego fue un año complicado, pero orgullosa puedo decir que este año he comenzado mis estudios de canto lírico en este conservatorio.

Durante estos últimos 4 años he compaginado el conservatorio con los estudios de Psicología en la Universidad de Valencia. Esto me ha permitido tener una visión del músico semejante a la de un deportista de élite, ya que, al tratarse de dos contextos de logro, en él influyen las mismas variables psicológicas. Con esta idea este año he comenzado a realizar mi TFG sobre el “Clima motivacional en cantantes líricos”, estableciendo un puente entre ambas disciplinas.

Si hay algo que me caracteriza a parte de mi gran vocación por la música y el canto lírico, son mis ganas de aprender. Me entusiasma el proceso del aprendizaje de esta disciplina, por lo que siempre que puedo asisto a masterclass y cursos destacando la Escuela Internacional de Música de la Fundación Princesa de Asturias. Sin embargo, este año, con la crisis de la covid-19, muchos de estos proyectos están siendo cancelados o aplazados. La cultura se muestra resistente ante esta crisis, se intenta adaptar como puede para no parar. Ser galardonada con este premio me permitiría contemplar un mayor abanico en cuanto a la formación que podría recibir.

En definitiva, en estos tiempos en los que muchos sueños se ven afectados por la incertidumbre, los recuerdos de los momentos tan especiales que nos da la música, nos permiten seguir haciendo aquello a lo que hemos decidido dedicar nuestra vida: el arte de emocionar.

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